14 julio 2009

"Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en llovizna cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen y aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pie derecho, o empiecen el año cambiando de escoba.

Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada. Los nadies: los ningunos, los niguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos: Que no son, aunque sean. Que no hablan idiomas, sino dialectos. Que no profesan religiones, sino supersticiones. Que no hacen arte, sino artesanías. Que no practican cultura, sino folklore. Que no son seres humanos, sino recursos humanos. Que no tienen cara, sino brazos. Que no tienen nombre, sino número. Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local. Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata".

(El libro de los abrazos, Eduardo Galeano).

09 julio 2009

Las horas mas largas, los días mas entonados en melodías de melancolía, las luces frívola de una ciudad desnuda en una madrugada de invierno, todo tan distante de mi presente feliz. Todo pierde sentido en la búsqueda maravillosa de tu cuerpo. Rebuscados aromas premian mis años de dolor, mis años de tristeza, mis utopías azules. Hoy perdemos la calma espiritual, la sensibilidad mas urgente, la vida misma en un instante en que soy solo tuya, solo de tus manos.
Eileen Pennington
ARTEMMUSIKAL

07 julio 2009

El sol rozando mi piel, consumiéndola. El viento quebrando mis labios, que aún te nombran en un suspiro, pese al dolor de mi alma. Las manos tendidas al costado de mi cuerpo, pesadas. Así contemplo aquel escenario en el cual todavía puedo verte. Me inunda el deseo de salir corriendo, buscarte, encontrarte en cada gesto de adoración en una sala de teatro llena. Encontrarte en un árbol sobreviviente de una deforestación, en una obra de arte, en el reflejo de mi misma en el espejo. Pero sin importar cuantas veces le llore al cielo, no vas a volver. Creo descubrirte en un rincón polvoriento de aquel lugar, pero lo cierto es que no vas a volver. Hoy siento tu ausencia, tus manos suplicandome desde un mas allá de mi imaginación. Un mas allá macabro, nefasto porque te veo solo.
Eileen Pennington
ARTEMMUSIKAL