24 abril 2009

La frialdad de la muerte Santuarios grotescos y grises, velas húmedas, juegos incomprensibles... y aun así no encuentro un dios único, y aun así no encuentro tu sombra Débil como estoy pregunto a esa mujer. Se niega a contestarme, mezquina de palabras. No las necesita para hacer sufrir. Nadie muere por un "adiós", es mas que eso... es una rueda en la que uno cae sin saberlo y de pronto surge a la luz, con un golpe mas que macabro y morboso. Ahí es cuando uno intenta explicar, pero de nada sirve, como siempre, las innecesarias palabras uno entonces juega a quedarse inmóvil se convierte en experto contemplador de la oscuridad comienza la lluvia de ideas, pero ya es tarde y eso no importa. La única realidad es la mirada fija de esa mujer que, sabiamente, no emite palabras. Eileen Pennington ARTEMMUSIKAL

23 abril 2009

Nace un mundo de un sueño real, de un alma pura y de tus ojos.
Nace magia de tus labios y de tus manos recorriendo mi cuerpo.
Hoy nace el mundo, hoy nazco yo en tu mirada.
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¡Suerte! Mi corazón late por fin
y ya no siento la oscuridad en mi nuca,
soplándome palabras de muerte.
Hoy nace el mundo, hoy nazco yo en tu mirada.
Eileen Pennington ARTEMMUSIKAL

20 abril 2009

SUEÑO (II) Una mano tibia rozaba mi cara, pasaba por mi pelo y yo no lograba abrir los ojos para ver quien era. Nuevamente como en el sueño no encontraba detalles ni rostros. Pero escuché su respiración clara, lenta y recordé a alguien. Todo es como en el sueño... las palabras certeras, las armonías... Todo es como en el sueño pero en una oscuridad absoluta. Los sonidos aun persistían y puede distinguir tres voces, las abejas, la música y el sonido de una canilla abierta que deja correr furiosamente el agua. Pero todo tenia un aire extraño, alejado. Todavía no despertaba y ya sentía que mi sueño era demasiado largo para ser real y lo confirmé cuando parte de la habitación se iluminó. Un cuerpo irradiaba la luz que veía. Tres sujetos rodeaban ese cuerpo tapado con una manta blanca y mandalas en hilo dorado. Intenté descifrar de quien se trataba, pero no logré incorporarme.... en realidad no sentía mi cuerpo y comprendí todo. Esta fuera de mi misma...
Eileen Pennington
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16 abril 2009

SUEÑO (I)
En un zumbido me sumerjo en un sueño que parece tan real como incierto, es profundo pero tan leve que detrás de las imágenes de mi subconsciente puedo divisar mi almohada. Los sonidos no nacen de mi, son ajenos aún a la habitación en donde me encuentro, pero a medida que me despierto parecen acercarse mil abejas que me transportan hacia otros mundos.
Miles de abejas y miles de mundos alternativos en los que los colores parecen ser ajenos a los objetos, como unidades independientes de la materia, que rodeada de luces era incolora.
En una de las dimensiones a las que me transportó una de aquellas abejas me pareció verme a mi misma junto a un hombre en un jardín, pero las escenas eran tan fugaces que no logré retener no solo los detalles, sino tampoco el rostro de aquel muchacho.
Los sonidos y las cosas tan reales me decían que estaba a cada segundo mas despierta y que había dos realidades paralelas con las cuales no todos los seres humanos podían convivir. En cada escenario encontraba sonidos nuevos, armoniosos, nuevos rostros y detrás de aquello como un razonamiento filosófico con las respuestas que tanto había anhelado toda la vida, claras y precisas y sobre todo certeras.
Eileen Pennington
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